Teresa Ahedo. Otras bellezas
Texto de “Carlos Delgado”, en El punto de las artes, sobre la exposición Anverso/Reversoen la Galería Lumbreras de Bilbao:
Texto completo:
Teresa Ahedo. Otras bellezas.
Carlos Delgado.
El dolor y el amor se unifican en los espacios; la línea abraza en desbordante locura el trazo, protegiendo maternalmente el concepto. La desproporción remarca la sátira y pone de relieve un feísmo al que acaricia y manosea la materia para transformarlo en belleza idílica. El color dueño resuelve las carencias, la vitalidad del trazo y la forma son expresiones del contenido interior: “la expresión lenta del sentir realiza de forma punible y hechicera”. Teresa Ahedo desliza esta confesión a propósito de la forma plástica que opera en su exposición “Anverso/Reverso”.
Hay artistas que logran crear un mundo, un mundo único, singular, inconfundible, no porque siempre hagan lo mismo, sino porque bajo la hojarasca de variaciones, tentativas y equívocos que conlleva cualquier trayectoria se vislumbra una sensibilidad excepcional. Ese es el caso de Teresa Ahedo, artista cuya última exposición revela un nuevo estadio transformativo y un crecimiento artístico que resultan de un examen continuado de los medios y los fines de su pintura (entendida ésta como camino de búsqueda de un particular concepto de belleza, múltiple y heterogéneo).
El título de la presente muestra “Anverso/Reverso”, hace referencia a un conjunto de obras sobre papel ensamblado en metacrilato, exentas y dispuestas para que puedan ser vistas por ambas caras. En ellas, establece un programa iconográfico vertebrado por escenas extrañas y cotidianas a un tiempo, y plantea un sistema figurativo expresionista, donde los rasgos se deforman y los tonos se deshacen, hasta que el cuerpo humano acaba por metamorfoearse con una presencia angustiosa.
Esta definición en el ámbito de la subjetividad se mantiene en la fascinante serie que la artista ha dedicado al tema de la Crucifixión. Pese a mantener los principios básicos de la iconografía cristiana, las figuras de los trabajos de Ahedo no responden a motivos religiosos concretos. Estaríamos más bien ante la universalización de un concepto trágico, ante el drama de un hombre absurdamente torturado. Pero, más allá de este planteamiento abierto, son varios los recursos que convierten a estas obras de pequeño formato en grandes joyas plásticas: la sutileza de su elaboración, la esencialidad de su dibujo, el sugerente desarrollo cromático y la excepcional capacidad comunicativa, conviven para ofrecer un pequeño muestrario de posibilidades creativas.